Después haber dejado nuestras bicicletas en una celda de la gendarmería de Cochrane, tomamos la ruta hasta Tortel. Pequeño pueblo con una arquitectura única, flotando sobre fiordos. Podríamos comparar esta ciudad con Venecia en la mitad de las montañas chilenas.
Nuestro itinerario y dos días de esperanza debido a malas condiciones de navegación, embarcamos finalmente por màs de 100 km de pack raft. Nuestro objetivo : “ El glaciar Jorge Montt”
Tortel se aleja y los fiordos se abren a nosotros. Los días de 7 hasta 10 horas remando se repiten. Los eventos se suceden. Nunca vamos a olvidar:
Esta despertada a las dos y media de la madrugada. La despiadada marea de los fiordos vino saludarnos durante la noche (Consejo : nunca fijarse en la previsiones de mareas quien son muy aproximativa y pueden variar según el sitio!) Sentimiento poco agradable de deber mover todo e intentar de secar nuestras cosas en la mitad de la noche.
Antes la marea
Después la marea
Estas noches pasadas en cabañas dispuestas en la orilla de los fiordos, extendidos de playas fantásticas. Antes, Estas cabañas abandonadas pertenecían a cortadores de ciprés. (Con el turismo, es la mayor economía de la ciudad de Tortel)
O este encuentro con un huemul (tipo de ciervo patagónico) en el atardecer. Se está relajando en la orilla. Lo acercamos despacio. No reacciona. Estamos ahora a unos metros. El animal se para y nos mira como si hubiéramos venido de un otro planeta. Somos los invitados. Sabemos quién es, ignora quien somos. Un momento indescriptible en emoción. Nos sentimos privilegiados.
Cuatros dias despuès nuestra salida, nuestro objetivo está cerca. Las únicas cosas que nos separan del glaciar son hielos gigantes flotando. Estos son empujados por un viento fuerte creado por el microclima del glaciar.
Instalar la carpa a sus lados y escucharlo gritar toda la noche es una experiencia increíble pero también aterradora
La cruzada hasta la entrada del glaciar quedara por siempre en nuestras memorias. Navegar en nuestros pack rafts entre estos hielos cristalinos del tamaño de una catedral nos da la sensación de ser muy vulnerable. Un sentimiento de inconsciencia tan satisfactorio.
Es el momento de dar la vuelta y de despedir el glaciar. Es empujado por las holas que llegamos a una cabaña aislada. Tres hombres mantienen esta isla detenida por un rico dueño chileno. Una buena cena y comodidades han sido benéficas para recargar nuestros cuerpos.
Seguimos nuestra ruta hasta la salida. Despuès dos días, alcanzamos una playa salvaje en la cual tenemos que llevar todo nuestro equipamiento sobre una distancia de 6 kilometros. Es a este momento que vamos a conocer un ascensor emocional muy fuerte. Y decir que pensábamos que estos kilómetros serian cumplido rápidamente.
Una selva profunda y primaria nos esta afrentado. Al programa: mucho desnivel, precipicios abruptos, cruzada de lago, cuevas profundas que pueden hacer llorar más de una persona. El problema es que no resulta imposible volver atrás con los pack raft por razón que durante nuestra primera tentativa de cruzada, perdimos una parte de una rema. Lo que nos obliga a seguir adelante. Después haber intentado todas las técnicas posible de transporte (fabricamos mismo un tipo de camilla para mochila) y por sobrepeso, estamos condenados a dejar una parte de nuestro equipamiento.
Al final, salimos del infierno despuès 14 horas de caminata. Un promedio de 500 metros por hora. Puede ayudarles a tener una idea de la dificultad, de la densidad de vegetación asi como de la geografía del lugar.
Nuestros espíritus están totalmente agotados. Única alternativa para recuperar nuestro equipamiento : Volver a Tortel para irnos de barco.
Queremos agradecer las dos parejas francesas que nos ayudaron para recuperar nuestras cosas. Estamos seguro que se reconocerán leyendo este artículo.
Conclusión, es de nuestros errores que aprendimos